¿Acabarán las aplicaciones con los SMS?
Cada día se lanzan al mercado mejores teléfonos móviles, con más memoria y capacidad de procesamiento, permitiendo que sus aplicaciones sean cada vez más complejas y completas. Queda atrás el uso para el que fueron creados originalmente: permitir que dos personas conversen.
Ahora están disponibles diversos programas que facilitan la comunicación entre usuarios de formas alternativas: en los muros de las redes sociales como Tuenti o Facebook, a través de ‘tuits’ publicados en Twitter, chateando con WhatsApp, escribiendo correos electrónicos, etc. Y todo ello al precio de una tarifa plana de datos cuyo coste es prácticamente independiente del volumen de información.
Sin embargo, una reliquia del pasado aún sobrevive. Se trata de los mensajes de texto, los conocidos SMS. Resulta chocante que en un mundo dominado por la innovación y las nuevas posibilidades, este sistema, tan limitado que resulta anacrónico, siga vigente. Sólo 160 caracteres, coste elevado para el escaso volumen de información intercambiado, sólo texto desnudo sin posibilidad de contenidos multimedia. ¿Cómo puede pervivir algo así en la nueva era de la comunicación total?
La respuesta está en aquella máxima que hablaba de ‘hacer virtud de la necesidad’, es decir, convertir las supuestas debilidades en fortalezas. Tanta comunicación alternativa y de bajo coste ha generado un tremendo ruido que nos hace casi insensibles a cualquier mensaje que venga del exterior. No obstante, cuando recibimos un SMS siempre lo leemos y casi siempre de forma inmediata. Porque sabemos que su contenido está limitado y no nos robará apenas tiempo, porque sabemos que alguien ha considerado la información transmitida suficientemente valiosa como para pagar una cantidad para hacérnosla llegar.
Estas características conceden un inestimable valor a los SMS que les permite seguir siendo un vehículo de primera calidad para cualquier información que se desee transmitir. El mundo del marketing móvil tiene la responsabilidad de cuidar este patrimonio, limitando su uso y aprovechando sus posibilidades, como ya se explicó en el artículo de mejores prácticas en marketing movil.
Mi apuesta es que la vida de los SMS será aún larga porque ninguna de las nuevas aplicaciones amenaza sus dos grandes virtudes: brevedad y relevancia.
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Mi opinión es la misma, los SMS no creo que desaparezcan, a menos que whatsapp decida ofrecer un canal de comercialización de SMS, pero en mi opinión sería suicidio, inundaría whatsapp de mensajes basura, spam… Nuestra experiencia utilizando http://www.micitaprevia.com para el envío de SMS para avisarles a nuestros clientes me demuestra que esta tecnología tiene para rato: todo móvil recibe SMS, sin necesidad de whatsapp, ni de tener internet… o lo recibes o lo recibes. Por eso creo que como canal para transmitir información que a los clientes les sirva es más que valida.
Coincido contigo Alberto.
WhatsApp está sustituyendo en gran medida a los SMS entre consumidores finales, pero para la comunicación entre una empresa y sus clientes sigue siendo la forma más efectiva y lo seguirá siendo durante mucho tiempo.